La vida es como ir en bicicleta; debes moverte para no caer” la realidad nos lo muestra cada día; continuamente nos encontramos con situaciones nuevas que debemos afrontar, con cambios que debemos asumir, con pérdidas que debemos gestionar, la cuestión es ¿Cómo afrontar los cambios? ¿Qué estrategias nos pueden ayudar a gestionarlos? Ya sea en el ámbito laboral, personal, académicos, los cambios suceden (aunque su grado de importancia puede variar mucho) y ocurren casi a diario. Aprender a gestionarlos puede ayudarnos a crecer como personas, sin embargo, no siempre es fácil adaptarnos a las nuevas situaciones que nos ofrece la vida, sobre todo las inesperadas. ¿Cómo hacerlo?

La vida está llena de experiencias que iremos viviendo, pero también de obstáculos que iremos afrontando. Los cambios, por ejemplo, pueden suponer una amenaza real para nuestra estabilidad así, aunque una etapa de cambios no tenga porqué ser negativa lo cierto es que a veces los cambios componen situaciones incómodas así como una reorganización de la nueva realidad.

“Si un cambio viene a ti, tienes que encontrar formas de cambiar tú también algo para que ese cambio sea un elemento positivo”.

-César Piqueras-

Vivimos en una sociedad en la que los cambios se suceden a gran velocidad, tanto en lo económico, lo político como en lo social. Con la tecnología y el consumismo en el centro, toda esta vorágine queramos o no termina por afectar a nuestra vida personal. Como dice Emma Ribas, psicóloga clínica, “nuestra sociedad vive un cambio de paradigma. Antes todo era para siempre, el trabajo, la pareja, la vivienda, ahora todo cambia constantemente y nada es para siempre”. Por eso, la gestión emocional que hacemos de este proceso también es muy importante y sobre todo, resulta clave no dejar que aparezca el miedo “porque es contrario al cambio. Cambiar significa arriesgar, vencer las incertidumbres, pero el miedo nos paraliza y nos hace huir”.

La palabra clave es aceptación. Tienes que aceptar la situación que se te plantea, si reniegas de ella o te resistes será más difícil para ti llegar a superarla y tenerla bajo control. Si llega a tu vida un cambio que no deseas y sabes, de manera objetiva, que no puedes hacer nada para evitarlo, tienes que respirar hondo y aceptarlo. No tienes más remedio así que procura relajarte y evalúa con calma cómo puedes mejorar la nueva situación y superarla.

Evita los pensamientos negativos. Si tiendes a ver el lado negativo de las cosas, es muy posible que los cambios solo pueden depararte cosas malas.

Vive el momento presente. Debes centrarte en el momento que estás viviendo y no fijar la vista en el futuro y en qué pasará en él. Tienes que pensar en el día que estás viviendo y hacerlo de la manera más plena posible. Así, poco a poco, encontrarás la forma de adaptarte al cambio y asumirlo. Pensar solo en el mañana, es una forma de negar lo que ha pasado que solo puede llevarte a la insatisfacción y a la frustración, porque no hay forma de saber con certeza lo que nos depara el futuro.

Entrénate para el cambio. Acostúmbrate a salir más a menudo de tu zona de confort. Esto te ayudará a perder el miedo al cambio cuando llegue por sorpresa.

Fuentes:

lamenteesmaravillosa.com

www.lavanguardia.com

www.hola.com