Actualmente los avances tecnológicos, los nuevos métodos de producción, comercialización y sobre todo, la velocidad con la que cambia el mercado, han generado una intensiva competitividad entre las Empresas. Como consecuencia de esto exigen Líderes, pero no cualquier clase de Líder, sino que sean hombres y mujeres con una formación integral, equilibrados en las áreas de humanidades y tecnología, no se trata de sólo producir en serie al “homo-faber”.
Hablar de liderazgo no es nuevo, desde los grandes filósofos de la antigua Grecia se han descrito sus características y hablado sobre el tema; pero ya hablando en el área empresarial, fue en el año 2000 cuando aparece el término “liderazgo empresarial” desarrollado por los profesores de la Escuela de Negocios de Columbia Rita Gunther McGrath e Ian MacMillan en su trabajo ‘The Entrepreneurial Mindset’. Ha sido complicado definirlo ya que se cree, que por ocupar un cargo gerencial o ejecutivo se convierte automáticamente en un líder. P. Crosby (1996) señala: “Los gerentes y los ejecutivos no necesariamente son líderes”, y es verdad, según conceptos de los estudiosos del liderazgo existen diferencias entre unos y otros.Actualmente los avances tecnológicos, los nuevos métodos de producción, comercialización y sobre todo, la velocidad con la que cambia el mercado, han generado una intensiva competitividad entre las Empresas. Como consecuencia de esto exigen Líderes, pero no cualquier clase de Líder, sino que sean hombres y mujeres con una formación integral, equilibrados en las áreas de humanidades y tecnología, no se trata de sólo producir en serie al “homo-faber”.

Hablar de liderazgo no es nuevo, desde los grandes filósofos de la antigua Grecia se han descrito sus características y hablado sobre el tema; pero ya hablando en el área empresarial, fue en el año 2000 cuando aparece el término “liderazgo empresarial” desarrollado por los profesores de la Escuela de Negocios de Columbia Rita Gunther McGrath e Ian MacMillan en su trabajo ‘The Entrepreneurial Mindset’. Ha sido complicado definirlo ya que se cree, que por ocupar un cargo gerencial o ejecutivo se convierte automáticamente en un líder. P. Crosby (1996) señala: “Los gerentes y los ejecutivos no necesariamente son líderes”, y es verdad, según conceptos de los estudiosos del liderazgo existen diferencias entre unos y otros.

El mando es lo que caracteriza a los directivos; ellos tienen la autoridad de tomar decisiones y hacer que éstas se cumplan, comunicando el plan a dichas personas, delegando responsabilidad y resolviendo problemas. El directivo tiene entre sus tareas la función de control, que se ejecuta comparando los resultados con el plan, identificando las desviaciones, esto se realiza mediante informes, reuniones y otros instrumentos.

Por su parte el liderazgo debe ser entendido como un tipo de influencia mediante la que se puede lograr que los miembros de una organización colaboren conscientemente y motivados en el logro de los objetivos organizacionales y consecuentemente de las metas. J. Kotter (1991) apunta “El liderazgo complementa la Dirección: no la sustituye.” Es obvio que la planificación, organización, mando y control son las tareas de la dirección, pero para desarrollar una visión del futuro, misión, estrategias, hace falta motivación, carisma, originalidad, dinamismo, creatividad, hace falta el realismo, sinceridad y la transparencia, los líderes recogen datos, establecen relaciones, y conexiones que ayudan a explicar las cosas permitiendo al director retroalimentarse de la situación.
En el control el líder ayuda manteniendo la motivación, estimulando las relaciones interpersonales, la comunicación, propulsando los cambios.
Es evidente que las organizaciones ganarían si en cada directivo hubiera un líder, como dice J. Kotter (1991): “Por supuesto, no todo el mundo puede destacarse simultáneamente en el liderazgo y en la dirección. Algunas personas están capacitadas para convertirse en excelentes directores, pero no en carismáticos líderes. Otras tienen un gran potencial de liderazgo, pero, por diversos motivos, les resulta difícil convertirse en directores fuertes.
En el cargo de directivo requiere que esté presente la característica de líder, si se logran unir la autoridad formal del cargo con la autoridad moral del líder por la influencia, motivación, comunicación y relaciones interpersonales, entonces la organización se dirigirá hacia un desempeño exitoso.
Ante tal importancia de que existan Líderes en las Empresas de la Región, en OMC (Osiris Macías Consultores) hemos desarrollado cursos y talleres de Liderazgo, para colaborar en el desarrollo potencial del Personal de su Empresa o Negocio.
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