Generar las oportunidades y garantizar la inclusión de las mexicanas en el mercado laboral; con empleos bien remunerados y de calidad es crítico para el desarrollo del país, sobre todo en un contexto en el que muchas se han visto afectadas por el impacto de la pandemia y no solo han perdido su trabajo, sino que también han tenido que dedicarse aún más al cuidado de los hijos y la familia. Las mujeres están sobrerrepresentadas en algunas de las ocupaciones más afectadas por la crisis sanitaria, como el comercio minorista, el turismo y la hospitalidad mientras que los hombres, están más presentes en la construcción o la fabricación. El trabajo de las mujeres en muchos casos, están limitados debido a sus responsabilidades de cuidado, incluso algunas reportan que no trabajan porque no tienen permiso de su cónyuge o de algún otro pariente para acceder a trabajo remunerado, aun así, el estudio reporta la falta de confianza en los servicios de cuidado infantil como la razón más importante para la decisión de no trabajar. Más allá de la participación laboral de las mujeres que actualmente son madres, es importante considerar el futuro de las jóvenes adolescentes. El embarazo adolescente y la maternidad temprana continúan siendo un gran desafío para México, la evidencia señala que la maternidad temprana afecta negativamente los potenciales logros educativos de las madres adolescentes, lo que a su vez podría afectar sus oportunidades en el mercado laboral.

El trabajo de las mujeres, en los meses de la pandemia ha sido de los más afectados, en comparación con los hombres. Dado que, la tasa de desocupación de las mujeres pasó de 3.5% en el primer trimestre del año a 6.3% en el mes de julio y en hombres de 3.5 a 4.8 por ciento. Se calcula que a principios del 2020 (enero-marzo) 12.4 de las 21.9 millones de trabajadoras tenían al menos una hija o hijo. (6.4 millones de mujeres con hijas o hijos menores de 6 años y 6 millones con hijos(as) entre los 7 y 12 años) Esto supone que, un poco más de la mitad de la población de mujeres en el mercado laboral tienen al menos un hijo o hija en edades escolares, lo cual aumenta la carga de trabajo de cuidados, esto mientras no se tengan nuevos arreglos familiares para distribuir estas actividades. Las mujeres concentran gran parte de su trabajo en actividades relacionadas a la provisión de servicios, al comercio minorista y turismo (75% de las mujeres, frente al 50% de los hombres) y como consecuencia de las medidas de confinamiento y distanciamiento social, estos sectores han sido fuertemente afectados

La participación laboral de la mujer está muy por debajo de la de los hombres y es baja en comparación con otros países, causando impactos económicos importantes. La participación laboral de las mujeres fué tan solo 45 por ciento en 2019, comparado con 77 por ciento para los hombres, una brecha de 32 por ciento. Solo Turquía e Italia tienen menor participación laboral de la mujer en la OCDE, y en la región solo Guatemala tiene menor participación que México. Esto tiene impactos económicos importantes. Si las mujeres participaran a la misma tasa que los hombres, el ingreso per cápita sería 22 por ciento más alto, mucho más de lo que se ve en otros países de la OCDE. Más aún, si México pudiera implementar políticas para aumentar la tasa de participación laboral en 0.6 puntos porcentuales al año (en línea con lo observado en España, Irlanda y Chile), esto contribuiría a la eliminación de la brecha de género en la participación laboral, y llevaría a un crecimiento económico de 0.4 por ciento anual.

La situación actual de la mujer en el mundo laboral se caracteriza por una serie de factores. Tal vez nos ayuden a entender por qué se producen y quizás nos ayuden, también, a encontrar soluciones…

  • La jornada de trabajo no acaba nunca porque la mayor parte de las mujeres, después de trabajar, se dedican a tareas domésticas y al cuidado de sus hijos e hijas.
  • Suelen ser las mujeres las que piden permisos o excedencias para cuidar a sus niños o niñas, o a personas ancianas o enfermas.
  • Las mujeres tienen mayor presencia en estudios como las ciencias sociales y jurídicas y ciencias de la salud, mientras que en ingenierías y arquitectura así como en ciencias la presencia de la mujer es escasa.
  • El acceso a puestos de responsabilidad por parte de las mujeres también es inferior respecto a los hombres, por lo que se dice que existe un “techo de cristal”que impide ascender a las mujeres a puestos directivos

Fuentes:

-www.bancomundial.org

-http://cedoc.inmujeres.gob.mx/

– blog.oxfamintermon.org