El desempleo es uno de los principales problemas en México, junto con el empleo de mala calidad. Los resultados muestran que las características que se asocian a un mayor desempleo son: el sexo y el nivel de instrucción con primaria incompleta y completa, mientras que las características que se asocian a un menor desempleo son: la edad de 45 años y más y el nivel de instrucción secundaria completa, medio superior y superior.

Tradicionalmente el desempleo en nuestro país es medido a través de la tasa de desocupación reportada a través de la encuesta nacional de ocupación y empleo (ENOE). Al cierre del 2021 este indicador mantuvo su tendencia a la baja tras el impacto inicial de la pandemia en 2020 para posicionarse en 3.5%, su nivel mas bajo en lo que va de la emergencia sanitaria y mucho mas cercano a sus promedios históricos.

  • DATO INTERESANTE: En el segundo trimestre de 2021, la tasa de participación laboral aumentó respecto al trimestre anterior, al ubicarse en 59%; muy cerca del 59.8% registrada al primer trimestre de 2020.

Todavía hay 49.1 millones de mexicanas y mexicanos que viven en una situación en la que los ingresos laborales de su hogar no son suficientes para adquirir la canasta alimentaria básica para todos sus integrantes. Comparado con el periodo previo a la pandemia e incluso con la disminución del indicador entre el primer y segundo trimestre de 2021, la pobreza laboral sigue por encima del nivel de 1T2020 en 4.3 millones de personas. La crisis sanitaria y económica ocasionada por la pandemia de COVID-19, la cual profundizó desigualdades ya existentes en México y afectó de manera desproporcionada a las mujeres del país. Esto se debió, al menos en parte, a los roles sociales y familiares que asignan la carga del trabajo del hogar y de cuidados no remunerado a las mujeres en el hogar. Lo anterior, sumado a una menor presencia de las mujeres en empleos formales y a menores ingresos como parte del mismo problema, hizo más factible que fueran las mujeres quienes disminuyeran o abandonaran el trabajo de mercado.

Debido a la gran pérdida de empleos durante la crisis derivada de la pandemia, la informalidad se contrajo. Se estima que entre el primer trimestre de 2020 y el de 2021, se perdieron 1.6 millones de empleos informales, por lo que la tasa de informalidad en el periodo pasó de 52% a 50.8%. Actualmente, la cifra está a punto de alcanzar el 52% que se tenía antes de la pandemia. Para la recuperación de empleos de mayor calidad, con mayores ingresos, y con una dinámica más equitativa, no es suficiente depender de la inercia de la reapertura de las actividades económicas y los esfuerzos de la campaña de vacunación, sino que se debe crear un marco institucional y se deben implementar políticas públicas que faciliten (y vuelvan menos costosa) la formalización del empleo. Además, es importante implementar programas sociales enfocados en dar apoyo a las poblaciones más vulnerables, garantizando el acceso a servicios educativos y de salud.

El desempleo en México tuvo una tendencia a la baja en 2021 de la mano con una mejor dinámica del mercado laboral que permitió la recuperación de los puestos de trabajo perdidos en 2020 a causa de la pandemia, pero aun quedan indicadores con márgenes de ganancia.

CONCLUSIÓN:

El desempleo constituye un desperdicio del recurso productivo más valioso, la fuerza de trabajo, la cual constituye un determinante importante del crecimiento económico. Por lo que es necesaria mayor inversión en capital humano, educación y capacitación, como condición para mejorar el empleo y reducir las tasas de desempleo. Además, para que en un futuro no existan las divisiones de primaria incompleta, primaria completa y secundaria completa.

Fuentes:

-Inegi

-eleconomista.com