1. lleva una alimentación equilibrada: alimentarse de manera saludable constituye una de las herramientas más eficaces de prevención. La mejor dieta debe ser aquella que complemente tus objetivos de salud y estilo de vida.
  2. Fíjate en lo que comes: aprender a leer las etiquetas y tablas nutricionales puede ser un hábito útil a la hora de comprar tus alimentos pues te permitirá evaluar si las propiedades de un alimento son significativas respecto a otros productos y de acuerdo a tus necesidades.
  3. No olvides la importancia del agua: la hidratación es la clave para la vitalidad y la salud; Ayuda a promover la digestión, mejorar la energía y a mantener la piel limpia sin mencionar que cuerpo necesita del agua para cumplir funciones importantes.
  4. Duerme bien: durante el sueño nuestro cuerpo recupera la energía que consume durante el día además de realizar otras funciones cruciales. Dormir al menos siete u ocho horas cada noche para que te sientas con más energía y menos estrés laboral, te ayudará a controlar el peso y mantener tu sistema inmunológico sano.
  5. Medita: tómate al menos de uno a cinco minutos para aliviar el estrés y liberar tensiones. Concéntrate en tu respiración, tendrás muchos beneficios físicos como; mejorar el sueño, reducir la presión sanguínea y el ritmo cardiaco o mejorar el funcionamiento del tracto gastrointestinal.
  • Disfruta de hacer ejercicio: 

Además de comenzar una sensación de bienestar el ejercicio físico ayuda mejorar y preservar tu salud. haz al menos 15 minutos de actividad física moderada diariamente, busca rutinas de ejercicio que puedas hacer en casa usar la caminar o trotar.

¿Cómo llega esto a impactar en la salud emocional?

La salud emocional va de la mano con la salud física, no podemos separarlas y lo vemos día con día. Está demostrado que, cuando se tienen niveles de estrés muy altos y la situación en la que está actualmente, se liberan sustancias en nuestro organismo, entre ellas el cortisol, que afectan la forma como nuestro sistema inmune se defiende o actúa. Hay terapias, ya demostrado que pueden funcionar, la meditación, los ejercicios de respiración, las meditaciones guiadas, el contacto con personas cercanas, conversar, el contacto físico está disminuido y los seres humanos, sobre todo para las personas latinoamericanas, el contacto físico es muy importante. Aquellas personas que están en casa haciendo teletrabajo, deberían también manejar su salud emocional. Personas con tendencia a problemas ansiosos o depresión pueden verlos manifestarse de forma más importante a lo que usualmente están acostumbrados, entonces es aquí donde debemos prestarle también atención a nuestra salud emocional.

Evitar el uso de sustancias psicoactivas como el alcohol, pastillas para dormir; tenemos que utilizar la cama solo para dormir, porque durante el sueño se pasan procesos reparadores en nuestro organismo, si no dormimos bien, no vamos a estar bien. Además, es fundamental tener una buena alimentación para el tema inmunológico. La alimentación tiene que ser lo más variada y balanceada posible, cuando uno consulta con un especialista en nutrición, nutricionista o nutriólogo, siempre enfatizan en la necesidad de que nuestra alimentación sea balanceada y eso tiene relaciones científicas detrás. Sobre la alimentación, existen algunas sustancias que han demostrado mejorar la respuesta inmune, lo primero que recuerdan las personas es la vitamina C, lo cual es cierto. La vitamina C ayuda, pero hay otras también importantes que se encuentra en las frutas y los vegetales, el zinc que está en las proteínas y en las semillas, nos ayudan muchísimo a modular el sistema inmune.

  1. Manténgase en contacto con la naturaleza y mejore su salud

Siempre que pueda aproveche para dar un paseo, tomar una siesta en el césped  o simplemente caminar… Estar en contacto con la naturaleza tiene muchos beneficios, entre ellos, estimular la creatividad, reducir el estrés, aumentar la concentración y reforzar el sistema inmunológico

Fuentes: