El crecimiento es fundamental para la supervivencia a largo plazo de una empresa. Este crecimiento permite la adquisición de nuevos clientes, talento y financiaciones importantes. Además, impulsa el rendimiento empresarial y las ganancias que se obtienen. Existen fases dentro del crecimiento empresarial que, adaptándolas y manejándolas eficazmente, generan una evolución mucho más rápida y sostenida.

1. Existencia

En esta primera etapa, las empresas deben concentrarse en obtener clientes y ventas. Hay muy pocos involucrados dentro de la organización. Incluso, hay veces en que solo el dueño o fundador es el que se encarga de todo el proceso empresarial. La ventaja de esta etapa es que puedes explorar todas las oportunidades que tiene tu empresa y las alternativas que pueden tomarse. Esto se logra siempre y cuando se aumente el valor de tus productos o servicios y se brinde mejor experiencia a los clientes.

2. Supervivencia

En este momento, tu empresa ya cuenta con suficientes clientes y tu oferta de productos o servicios es capaz de mantenerlos satisfechos.

Ahora, lo más importante es planear y proyectar los flujos de efectivo, con el fin de hacer pronósticos acertados sobre el crecimiento de la empresa. Además, te prevé de posibles riesgos financieros que pudieras enfrentar. Algo común dentro de esta etapa es estancarte en una zona de confort en la que tus ventas te satisfacen, pero no seguirás avanzando. Si tu deseo es continuar, tal vez necesites del apoyo de algún estímulo financiero que te ayude a progresar.

3. Éxito

Para esta etapa tu empresa ya tiene presencia en el mercado y es rentable. Los procesos ya no recaen solo en ti, sino en un equipo más grande con diferentes áreas empresariales. Aquí tienes dos opciones: potenciar las oportunidades que tu negocio te está brindando para seguir creciendo o mantener tus fuentes de ingresos tal como están para hacer otras actividades.

4. Despegue

Para lograr el despegue es vital que tu organización se expanda internamente, es decir, que cuentes con más personal y áreas para su manejo. Como dueño, tienes que empezar a delegar tareas y confiar en las personas de las que te rodeaste.

5. Madurez

En esta etapa lo primero que necesitas es estabilidad. Los cambios organizacionales que hiciste en la etapa previa comenzarán a visualizarse. Esto te dará un panorama amplio de tus decisiones y la oportunidad de cambiar o agregar estrategias para evitar errores. Uno de los principales beneficios que tiene una empresa cuando crece, es que consigue consolidarse como uno de los lideres en el mercado y que la inversión de los socios genere rentabilidad. Por eso es muy importante que como líder de la empresa, como consolidar la empresa antes de iniciar su crecimiento esto le permitirá a la empresa estar preparada para aprovechar las oportunidades venideras.

Conclusión:

Todas las empresas deben invertir en estrategias de crecimiento de manera inteligente. Prepararse para el crecimiento de la empresa a través de la planificación estratégica es algo que no debe subestimarse, puesto que existen riesgos al crecer de manera inesperada. Esto les permitirá adaptar sus modelos de negocios para garantizar su existencia en el mercado y crecer siempre de manera rentable y sostenida.

Fuentes:

– Blog.huspot.es

– inmarketing.co