Puede que sientas que tu sueldo no está rindiendo lo suficiente, que tus ahorros dejaron de crecer desde hace unos meses o, en el mejor de los casos, tus finanzas están tan bien que puedes ahorrar. En cualquiera de los casos, quizá es momento darle una checadita a tu situación financiera, porque sin duda por ahí hay algo que no está funcionando como debería e incluso podría estar poniendo en riesgo tu estabilidad financiera. Puede que evaluar tu situación financiera al principio suene a que tienes mucho trabajo por hacer pero, antes de que empieces a agobiarte, tienes que saber que todo se basa en pequeñas acciones que puedes ir implementando poco a poco.

Seguramente te has preguntado en más de una ocasión cómo puedes hacer para llegar a fin de mes. Tus ingresos, que alguna vez parecían ser suficientes para cubrir tus gastos y compromisos, de repente ya no te alcanzan. Las razones por las cuales se da ésta situación pueden ser muy diversas, aunque pueden en general reducirse a que has perdido el control de tus gastos y probablemente has adquirido deudas que no puedes cubrir. En general, si no llevas un estricto y periódico control de tus ingresos y gastos, lo más probable es que te descarriles en la búsqueda de una mejor situación económica. Es de tomar en cuenta que vivimos en un mundo que todo el tiempo ejerce una gran presión para adquirir y poseer bienes y servicios, la publicidad nos bombardea a cada momento, y si no tienes clara cuál es tu situación financiera real, lo más probable es que tomes decisiones equivocadas con respecto a tu dinero.

NOTA:

La situación financiera es la capacidad de liquidez con que cuenta un ente para hacerle frente a sus acreedores que pueden ser del corto o largo plazo. La situación económica en una empresa, viene hacer la diferencia entre los ingresos y egresos proyectados y con descuentos al valor presente.

-Que tus ingresos sean mayores que tus gastos. Por regla general y prácticamente por lógica, tus gastos nunca deben rebasar el monto de tus ingresos.

-Ahorra, siempre ahorra. Hay veces en las que puedes tener muy buenos ahorros, hay otras que, debido a las circunstancias, no tanto.

-Asegura tu patrimonio. Ya sea un auto, una casa o hasta una empresa, nunca está de más tener un seguro que te proteja en caso de algún siniestro.

DATO INTERESANTE:

Según el INEGI, casi el 67% de los mexicanos se encuentra en una situación crítica por no saber cómo administrar su dinero.

Intenta priorizar como norma general, y tanto como puedas, liquidar cuanto antes tus deudas, y evitar usar tu tarjeta de crédito o pedir préstamos personales para tu día a día. Establece lo antes que puedas objetivos de ahorro. Puedes establecerte poco a poco objetivos de ahorro proporcionales a tus ingresos. Empieza por ejemplo con un 5%, aunque un objetivo recomendable es intentar ahorrar un 10% como mínimo de tus ingresos. Construye un fondo de emergencia para mejorar tu situación financiera, Como su nombre lo indica, este es el dinero que idealmente debes reservar para casos de emergencia. El fondo de emergencia está destinado a ayudarte a cubrir imprevistos en tu presupuesto, o ayudarte a dormir más tranquilo. Intenta ahorrar al menos un año de tus gastos, aunque idealmente es mejor que sea algo más.

CONCLUSIÓN:

Muchísima gente tiene una idea de presupuesto escrita en algún lado, o en su cabeza, pero de ahí no pasa. Lo importante es cumplirlo. Si haces mal una estimación en alguna categoría de ingresos o gastos, deberás hacer los ajustes necesarios, y seguir adelante. Tú puedes hacerlo. Revisa lo que te gusta, lo que puedes hacer mejor, tus pasatiempos o tus habilidades que puedan de alguna forma generarte ingresos. Si tienes un empleo, haz horas extras, o busca un aumento o un ascenso, O busca otro trabajo de medio tiempo. O cámbiate de trabajo. Invierte en un negocio. Crea tu empresa. Utiliza tu imaginación.