El mejor aprendizaje es aquel que experimenta el individuo en sus propias carnes. No se aprende igual de bien de las advertencias de los demás. La propia experiencia es el mejor camino para aprender, ya que, de otra forma, no sería nuestro aprendizaje, sino el de aquellas personas que vivieron la experiencia. Solo a través de las vivencias, aceptando los errores y los fallos, podremos sacar nuestras propias conclusiones para seguir adelante. Aprender es avanzar y crecer, sin que nada ni nadie nos pare, sorteando las dificultades y los obstáculos, reflexionando acerca de los fallos y superándolos. Vivir es experimentar y  esto forma parte de nuestra esencia humana, y de nuestro instinto de curiosidad.

NADIE NACE APRENDIDO

Podríamos decir que la vida es un camino de aprendizaje y que, por tanto, la única manera de superarlo es viviendo. Nunca aprenderemos a través de la experiencia de otros, a pesar de su consejo, su insistencia y su guía educativa. Es cierto que al nacer dependemos de los adultos para sobrevivir, aunque también es cierto que de forma instintiva e impulsiva buscamos tener nuestras propias experiencias para aprender y, por tanto, para crecer. De esta manera, también hay una parte personal y única durante el desarrollo del individuo. Si queremos llegar más lejos y aventurarnos por alguno de los caminos que la vida nos presenta, es necesario tomar decisiones y valorar los resultados. En algunas ocasiones, serán acertadas y en otras, sin embargo, nos habremos equivocado y, a pesar de eso, el mejor camino siempre es la experiencia y el aprendizaje con el que nos quedamos. Si no caminamos, estamos bloqueados y no evolucionamos. Es inevitable caer y lo hacemos desde pequeños, cuando queremos aprender a andar, a montar en bicicleta, a patinar, etc. Es inevitable fallar cuando queremos avanzar, conseguir nuestros proyectos, llegar más lejos o cambiar algo que no nos hace feliz. Sin embargo, es maravilloso aprender y descubrir nuestras capacidades.

Cada vez que nos enfrentamos a una experiencia difícil, nos conocemos mejor a nosotros mismos. La dificultad puede detenernos o puede provocar que tomemos decisiones que nos gustaría posponer, enfrentarnos con situaciones con las que no querríamos encontrarnos, y hacer los cambios que nos hacen sentir inconfortables. Lo que hacemos con ese tipo de experiencias define quien llegamos a ser. La vida está llena de momentos de éxito y de momentos de dificultades. A todos nos gustaría vivir continuos momentos de éxito, pero eso es imposible. No he visto a nadie que haya podido escapar de alguna mala experiencia. Podemos hacer todo lo que está en nuestro poder para evitar experiencias negativas. Tienes que tener expectativas realistas cuando hablamos de dificultades y problemas. No puedes evitarlos. Las dificultades de la vida no nos permiten ser los mismos. Nos cambian. La pregunta es, en qué dirección cambiaremos: ¿hacia adelante o hacia atrás? ¿en el momento en que vivimos malas experiencias nos convertimos en mejores personas o en más amargas? ¿Nos ayudan esas experiencias a crecer o a retroceder?

  1. Escoge una postura positiva

Si puedes mantener una actitud positiva en tu vida, estarás en la mejor posición para gestionar tus malas experiencias y convertirlas en un crecimiento positivo. No demos controlar lo que pasa en nuestra vida, pero si cómo reaccionamos ante ello. Piensa que podrás ayudar a otros en esas circunstancias.

  1. Aprovecha y desarrolla tu creatividad

La gente que convierte la mayoría de sus malas experiencias en buenas son aquellas personas que encuentran formas creativas de hacerlo. Ven las posibilidades dentro de los problemas.

  1. Aprovecha el valor de las malas experiencias

Es siempre más fácil ver algo positivo en una experiencia negativa después de que ocurre. Donde no hay problemas no hay progreso. Encontrarse con dificultades es inevitable, aprender es opcional. Cada dificultad siempre ofrece una oportunidad para aprender.

  1. Haz buenos cambios después de aprender de tus malas experiencias

La siguiente vez que te encuentres ante una mala experiencia, recuérdate a ti mismo que estás en la cúspide de una oportunidad para cambiar y crecer. Si lo haces o no dependerá de cómo reaccionas ante tu experiencia y de los cambios que hagas como resultado

FUENTES:

lamenteesmaravillosa.com

www.abucero.com